TRIDUO A NUESTRO CRISTO


CRISTO DEL PERDÓN Y DEL CONSUELO



El 14 de septiembre, concluimos con nuestro triduo a nuestro Cristo de la Parroquia Virgen del Alba.  Participaron los fieles de la parroquia, el equipo de liturgia y los celebrantes: P. Junar svd y P. Salvador svd.


Recordemos cómo llegamos a escoger el nombre de nuestro Cristo. Esto fue a través de varios censos y votaciones, después del escrutinios se seleccionó la advocación de nuestro Cristo de entre 20 nombres quedando así:  “Cristo del Perdón y del Consuelo”, dentro de una celebración bástante emotiva y solemne se puso placa, que nos recordará el nombre de nuestro Cristo en la Parroquia Virgen del Alba.

El amor de Dios se ve, en la gran entrega que hizo al darnos a su Hijo para que tengamos vida y la tengamos en abundancia (Jn 10, 10). Cada vez que contemplamos al Crucificado, contemplamos el amor puro de Dios. Nos pone el ejemplo de dar la vida por los demás. Hoy te agradecemos ¡Oh Cristo del Perdón y del Consuelo, por el mucho amor que nos tienes!

A través de la muerte en Cruz, Cristo limpia nuestros pecados, salvándonos así y devolviéndonos a la nueva vida.  Nuestra fe está puesta en nuestro Salvador, por eso en la misa lo recordamos cuando decimos: “Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo, ten piedad de nosotros”.

Cristo sabe de nosotros, de nuestras vidas, de nuestros problemas y aflicciones por eso nos invita a ir a Él para que nos consuele:


Mt 11,25-30: “Aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón”


En aquel tiempo, exclamó Jesús:


-“Te doy gracias, Padre, Señor de cielo y tierra, porque has escondido estas cosas a los sabios y entendidos y se las has revelado a la gente sencilla. Sí, Padre, así te ha parecido mejor.


Todo me lo ha entregado mi Padre, y nadie conoce al Hijo más que el Padre, y nadie conoce al Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo se lo quiera revelar.


Vengan a mí todos los que están cansados y agobiados, y yo los aliviaré. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontrarán descanso. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera.”

Cristo del Perdón y del Consuelo, te amamos y te pedimos que intercedas por nosotros.
P. Salvador Espinoza Santos, SVD.

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