El fin de semana del 4 al 5 de marzo un grupo de jóvenes de Verbo Divino fuimos de peregrinación a Javier, en Navarra, para visitar el lugar donde nació y vivió sus primeros años san Francisco Javier. Este gran misionero dejó todo por la Buena Noticia, llegando a lugares tan remotos como las islas filipinas o Japón. Por esto último es venerado como el patrón de las misiones, así que fuimos a Javier para ver si podíamos contagiarnos del espíritu misionero del santo.
Cada uno de nosotros empezamos el viaje con distintas expectativas: algunos queríamos revivir experiencias pasadas, otros reencontrarnos con nosotros mismos, pasar un buen momento juntos o incluso los había que no esperaban nada. Nada de esto importaba porque, como en todos los encuentros de este grupo de jóvenes, siempre hay un invitado que se nos une, lo queramos o no: nuestro hermano Jesús. Siempre estaba Él allí con nosotros, en todo lo que hacíamos: mientras fabricábamos nuestras pulseras, en la caminata rumbo a Javier, cuando cantábamos hasta que lloviera de lo mal que lo hacíamos o, como no, durante la Eucaristía.
Tuvimos la gracia de ser acogidos por la comunidad de Villatuerta (Navarra) con su grupo de jóvenes. Con ellos pudimos compartir parte de nuestra vida y pasar un buen momento juntos. Volvimos a casa más cansados de lo que fuimos y con los mismos problemas, pero regresamos con fuerzas renovadas para afrontar las dificultades cotidianas. Todos volvimos a casa con una convicción: Jesús camina a nuestro lado, nos quiere mucho y nos llama a una vida feliz.
Por: Rodrigo Pulido
Grupo Verbo Joven
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Pastoral Juvenil del Verbo Divino |
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